“Faltó una definición de hacia dónde va la provincia. Hubo muchas consignas y poco contenido”, dijeron diputados justicialistas sobre el discurso del gobernador Rogelio Frigerio ante la Asamblea Legislativa.
Los legisladores de “Más para Entre Ríos” lamentaron la postura asumida por el gobernador Rogelio Frigerio este sábado en el mensaje de apertura del período de sesiones ordinarias de la Legislatura entrerriana, durante el cual volvió a dedicar largos párrafos a realizar una descripción apocalíptica de la provincia recibida, en vez de especificar lo realizado y de lo que no se hizo durante los 14 meses que van de su gobierno. En ese sentido, señalaron:
“Nos preocupa que, a más de un año de gestión, de poco le han servido las varias leyes de emergencia que promovió el gobierno provincial, y que esta oposición acompañó en la Legislatura, para que el gobierno pudiera poner en marcha su plan de acción. La casi inexistencia de obra pública, la falta de apoyo a las economías regionales y a los sectores más vulnerables de la población y un permanente discurso que solo busca en el pasado las razones de lo que hoy sucede, han sido una constante en estos 14 meses”, dijeron.
Y agregaron: “Llegamos hoy con la expectativa de escuchar del gobernador el planteamiento de una hoja de ruta para la provincia, pero con decepción advertimos que se reiteran argumentos conocidos porque es poco lo que este gobierno tiene para mostrar. Hubo muchas consignas y poco contenido. Ni siquiera se sabe a ciencia cierta cuántas escuelas se repararon en el marco de la emergencia edilicia, o cuantas rutas se están reparando o manteniendo en el marco de la emergencia vial, además de advertir que pese a la emergencia alimentaria son muchos las familias entrerrianas que la pasan mal”.
EL PASADO RECIENTE CONDENA
Es fascinante cómo el kirchnerismo, que alguna vez pretendió ser una “revolución” para el pueblo, hoy se encuentra atrapado en un ciclo interminable de discursos vacíos y promesas no cumplidas. El “progreso” que tanto se pregonaba parece haberse esfumado como una niebla, dejando solo el rastro de la corrupción y la falta de liderazgo. En lugar de liderar con ejemplos de transparencia y ética, nos encontramos con una escenografía de apariencias, mientras los intereses personales y el clientelismo político siguen siendo la norma. Ah, qué irónico que aquellos que se presentan como «salvadores del pueblo» ahora se aferran al poder con uñas y dientes, sin importar los costos para la sociedad.
Por otro lado, el peronismo se ha convertido en un triste reflejo de lo que alguna vez fue. En vez de ser una fuerza transformadora, parece que hoy lucha por encontrar una razón de ser. Si alguna vez el partido fue sinónimo de lucha por los derechos de los trabajadores y las clases más desfavorecidas, hoy se ha diluido en una maraña de alianzas inexplicables y vacíos ideológicos. Los viejos discursos de justicia social ahora suenan como ecos perdidos, mientras el peronismo se convierte en un partido que parece hacer todo lo posible para mantenerse a flote sin ningún rumbo claro. El partido de Perón y Evita, hoy reducido a una caricatura de sí mismo, parece más una maquinaria electoral para perpetuar a unos pocos en el poder, que un proyecto colectivo de transformación social.
ANALISIS LITORAL