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Se estableció que la Reina de Belleza de San Borja y tripulante de la avioneta narco sería sobrina de un narco condenado a 10 años de prisión.

El fiscal federal de Salta, Carlos Amad, y la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) llegaron a un acuerdo de juicio abreviado con la defensa de Granier Ruiz: reconocer su responsabilidad en el delito imputado a cambio de una morigeración de la pena en expectativa.

Como reconstruyeron los fiscales, Granier Ruiz y su socio rosarino, Fabián Gustavo Pelozo, alias «Calavera», administraban rutas aéreas desde Bolivia hacia distintos puntos de la Argentina. Por cada servicio de «taxi aéreo», con capacidad para alrededor de 400 kilos de cocaína, cobraban 300 mil dólares.
Una de sus clientes fue Adelaida Castillo, de Salta, en la frontera con Bolivia. Y en un ambiente dominado por los hombres, la «Reina Titi» se animó a reclamarle por un faltante. Granier Ruiz le reenvió un audio de la persona que se había encargado de acondicionar la droga: «Hermano, decile que la gris es la que tiene todo el papel film, todo papel film esa era la gris, era gris clarito, no era cinta gris como la vez pasada esa plomo, era más clarito y tenía todo el film afuera».
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La «Reina Tití» de peluquera a «capo» de la droga del norte argentino
Ese audio reenviado, le aclaró Granier Ruiz a Castillo, era de «su muchacho». Pero los investigadores no sabían cómo se llamaba el joven en cuestión. Hasta que cruzaron datos de otro expediente: era «Calavera» Pelozo, con una pista clandestina para «bombardear» o aterrizar en Monte Maíz, Córdoba, y su propia casona en Ibarlucea, donde la «Reina Titi» y otros clientes pasaban a retirar los cargamentos. A la altura de su apodo, Pelozo tiene varios crímenes en su haber. En Santa Fe. Pero también en Buenos Aires.
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Granier Ruiz también tenía un socio en Brasil: Gilberto Aparecido Dos Santos, alias «Fuminho», ni más ni menos que uno de los jefes del Primeiro Comando da Capital (PCC). De hecho, «Chuleta» fue arrestado allí.
Para algunos investigadores, la sociedad entre el argentino, el boliviano y el brasileño podía cristalizarse en el primer cártel de la región. En su país, arrastra otra investigación, esta vez por lavado de activos.
Por el cargamento de 389 kilos de 2020, el mismo tribunal de Salta, aunque diferente integración, ya condenó a la «Reina Titi» Castillo a 13 años de prisión en 2022; a «Calavera» Pelozo, a 9 años de prisión en 2023; y la jueza federal María Alejandra Cataldi, en representación del TOF, homologó el acuerdo de juicio abreviado con «Chuleta» Granier Ruiz el 26 de diciembre de 2024.


LA CONEXION CON EL NARCOVUELO ATERRIZADO DE EMERGENCIA EN CEIBAS:
Sin embargo, la organización narcocriminal continúa activa: un mes después de la sentencia a Granier Ruiz, quien sería su sobrina Jade Isabela Callaú Barriga, más conocida como «Chabela» en redes sociales, ganadora de Miss Fexpo Borja 2019, aterrizó con 359 kilos de cocaína en Ibicuy, Entre Ríos.

La familia reconoció el parentesco ante otros medios: «Somos familiares por parte paterna, pero casi que no hemos convivido mucho porque vivían en otra ciudad. Nosotros creemos que ella fue de acompañante del piloto para ganar dinero. Porque nosotros somos de escasos recursos. Depende de dónde vaya, tenemos entendido que pagan 10, 15 y hasta 20 mil dólares, pero no estamos seguros. Nosotros no tenemos conexiones con el narcotráfico. Ella tomó una mala decisión solamente por el dinero». La madre Patricia Barriga, había desmentido cualquier conexión de la familia con narcotraficantes.
Bajorrelieve, los ladrillos tenían el logo de Apple, una marca poco frecuente las incautaciones de cocaína. En el último año, los investigadores se cansaron de hallar cargamentos con el sello del delfín y del escorpión.
escorpion

El piloto brasileño Carlos Costa Dias aterrizó con el Cessna 210 en un campo de Ibicuy porque se quedó sin combustible. Él y «Chabela» inventaron que estaba embarazada. Cuando esa mentira no funcionó, ofrecieron 60 mil dólares para poder seguir viaje. El dinero no lo tenían encima: prometían hacerlos llegar por transferencia.
Pero las promesas se las lleva el viento.
Y a ellos, la Policía los llevó al juzgado.

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