La Legislatura las derogó este martes en el distrito que gobierna Gustavo Sáenz. Se votará el 4 de mayo con boleta única electrónica. Dónde siguen en pie.
Mientras el oficialismo oscila entre su intención de eliminar las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) y su falta de votos para concretarlo, este martes por la noche el gobernador Gustavo Sáenz logró suprimir esa instancia a nivel provincial en Salta tras la sanción de la Cámara de Diputados de un proyecto remitido por el Ejecutivo.
La iniciativa impulsada por Sáenz fue sancionada por amplia mayoría y espera por su promulgación. Sólo hubo cuatro votos en contra en un recinto que alberga 60 bancas: Mirta Miller, del bloque Evita Conducción; la radical Soledad Farfán; y los dos integrantes del espacio Todos, Jorge Restom e Isabel Devita.
Las elecciones en Salta
Según el proyecto aprobado en el Senado salteño, el gobernador deberá convocar los comicios con una antelación de seis meses. Sáenz ya tiene fecha para el año entrante: el domingo 4 de mayo.
Pese a que hay proyectos que buscan que el sistema salteño se acople a la iniciativa nacional que establece el uso de la boleta única de papel, el proyecto que derogó las PASO también reafirmó que se seguirá votando con la boleta electrónica, en la que Salta aparece como pionera.
En la elección legislativa local de 2025, que de no mediar sorpresas abrirá el calendario electoral, se renovará la mitad de la Cámara de Diputados y la mitad del Senado. En total, serán 30 bancas en la cámara baja y 12 en la alta.
Salta pondrá en juego en la contienda nacional las tres bancas del Senado y otras tres en la Cámara de Diputados.
Las PASO que sí
Con la eliminación de las primarias en Salta, ahora de las 13 provincias que tienen comicios legislativos de medio término en 2025 sólo cinco mantienen todavía esa instancia en su código electoral: la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, Mendoza, Chaco y Catamarca. A ellas se suma Santa Fe, en donde rigen las PASO y el año próximo se celebrarán elecciones legislativas municipales, además de un puñado de intendencias.
En Jujuy, San Luis, Misiones, Formosa, La Rioja, Corrientes y Santiago del Estero, que también votan en 2025, no existe tal instancia. Salta ya contaba con los antecedentes de los dos últimos turnos electorales cuando, primero con la pandemia como excusa, suspendió las PASO en 2021 e hizo lo propio en 2023. El año pasado también las suspendió Jorge Capitanich en Chaco, mientas Alberto Rodríguez Saá las cambió por la Ley de Lemas en San Luis.
La estrategia de los gobernadores
La estrategia de marcar distancia con los comicios nacionales es una estrategia que seduce a la mayoría de los gobernadores, que buscan que la discusión se concentre en sus gestiones y no en el debate nacional. En ese marco, la eliminación de las primarias obligatorias opera a favor de los deseos de los mandatarios en dos direcciones, una política y la otra, económica.
En las 13 provincias que deben celebrar elecciones legislativas distritales el año que viene, los oficialismos saben que una interna abierta servirá a la oposición para salvar sus diferencias internas y ordenar los debates no saldados en las alquimias electorales de ocasión. Mucho más en Santiago del Estero y en Corrientes, donde además se pondrá en juego la gobernación.
El argumento económico que busca sostener la decisión de eliminar un turno electoral está directamente ligado a las acciones que privilegian el ahorro fiscal y el achicamiento del “gasto de la política”.
Entre los 14 distritos que no tuvieron primarias locales en 2023, el año que viene también votarán Jujuy, Misiones, Formosa, donde rige la Ley de Lemas, y La Rioja, cuya Constitución recientemente proclamada reafirma que “a los partidos políticos les incumbe en forma exclusiva la nominación de candidatos y candidatas para cargos electivos y el Estado garantiza su libre funcionamiento dentro del territorio provincial por el sólo hecho de su constitución, sin injerencia estatal o cualquier otra en su vida interna y su actividad pública”.
Ricardo Quintela había sido uno de los voceros de los gobernadores que le pidieron a Alberto Fernández avanzar con la eliminación del turno electoral al considerarlo “un gasto innecesario”. Otros tiempos.
En la provincia de Buenos Aires, la posibilidad de no acoplarse a los cambios nacionales es analizada en el sentido más amplio posible, ya que Axel Kicillof no sólo no estaría dispuesto a cambiar el sistema de votación, sino tampoco a eliminar las primarias que hasta el año pasado contaron con el apoyo cerrado de todo el arco filokirchnerista a nivel nacional.
Paso a paso
Mientras a mediados de julio Lule Menem, Lisandro Catalán, José Rolandi y María Ibarzábal encabezaron la comitiva oficialista para convencer a los bloques dialoguistas de avanzar con el proyecto de reforma política, el mapa vuelve abrirse en los escenarios provinciales. Empezó con Salta, pero ya hay otros gobernadores que evalúan movimientos propios.
Guillermo Francos junto a su segundo, Lisandro Catalán, el funcionario del Gobierno que pidió eliminar las PASO.
En Catamarca, Raúl Jalil viene advirtiendo desde hace años la necesidad de eliminar la instancia, aunque sus deseos nunca consiguieron los apoyos necesarios (de los propios) para poder llevarse a cabo.
Todo escenario de eventuales cambios parecería estar resuelto en Mendoza, donde surgió uno de los proyectos de eliminación que ingresó vía el Senado y que tiene la firma del exgobernador Rodolfo Suárez, cercano a Alfredo Cornejo.