Augusto Gruttadauria, de 29 años, quedó sepultado durante 15 horas después de que la avalancha en el cerro López. Yolanda Ojeda, quien atendió la llamada de emergencia, describió la conversación como una de las más desafiantes de su carrera.
Augusto Gruttadauria, de 29 años, quedó sepultado durante 15 horas después de que la avalancha en el cerro López. Yolanda Ojeda, quien atendió la llamada de emergencia, describió la conversación como una de las más desafiantes de su carrera.
Yolanda Ojeda, cabo primero de la Policía, recibió una llamada de emergencia de Augusto Gruttadauria, un joven cordobés que había quedado atrapado bajo la nieve durante 15 horas tras la avalancha fatal en el cerro López de Bariloche.
En una entrevista con un medio local, Ojeda relató los detalles de esa angustiosa conversación, subrayando la dificultad del rescate y la coordinación necesaria para mantener al joven consciente mientras se activaban los protocolos de emergencia.
Augusto Gruttadauria, de 29 años, quedó sepultado bajo la nieve durante 15 horas. Yolanda Ojeda, quien atendió la llamada de emergencia, describió la conversación como una de las más desafiantes de su carrera. La operadora explicó cómo logró mantener al joven consciente hasta que su celular se quedó sin batería, mientras las autoridades llevaban a cabo su rescate.
Ojeda contó que la comunicación con Gruttadauria fue “una situación inesperada”, ya que no es habitual recibir llamadas de emergencia de tal magnitud.
Gruttadauria está en buen estado de salud, acompañado de su amigo Pablo.
Uno de los mayores retos del rescate fue determinar la ubicación del joven. “Fue lo más complicado, sin duda. Conozco el lugar, pero las referencias que me daba eran algo confusas. Intenté entender lo que me decía y le pedí que hablara más despacio para poder transmitir la información con precisión”, explicó Ojeda. La comunicación duró 1 hora y 45 minutos hasta que el teléfono de Gruttadauria se apagó.
Durante la llamada, Ojeda siguió el protocolo de emergencias, que se centra en mantener al paciente consciente y esperanzado. “Lo primordial es la ubicación, es la base de todo”, afirmó. Además, añadió que su objetivo era “permanecer en línea y proporcionar la información de la manera más clara posible para el resto del personal”.
La operadora también describió cómo mantuvo la conversación fluida para evitar que Gruttadauria perdiera el conocimiento. “Hablé con él sobre su familia, su trabajo, su edad, y otros temas para que la charla se mantuviera fluida. Hubo momentos de silencio, pero estuve atenta a su respiración y estado”, narró.
El chico, que estaba atrapado bajo la nieve con los esquíes y sus piernas inmovilizadas, logró mover un brazo y alcanzar su celular para llamar al 911. “Al principio, me dijo que tenía poca batería, y fue impresionante cuánto tiempo pudimos mantenernos en contacto”, comentó Ojeda.
La llamada, que comenzó con una voz desesperada, fue crucial para que los servicios de emergencia localizaran a Gruttadauria. Finalmente, el joven fue rescatado y trasladado en helicóptero al hospital zonal de Bariloche, donde se está recuperando.
Ojeda, con años de experiencia en la operativa de emergencias, señaló que suele atender más de 100 llamadas en los días más intensos, pero destacó que casos tan extremos y poco comunes como este son excepcional. “Recibo muchas llamadas diarias y aún me cuesta imaginar una situación así”, concluyó.