Pelean por la lapicera que firmará en nombre del partido. Los interventores ya nombraron apoderados, pero en la provincia buscan dilatar la judicialización.
A horas de la oficialización de los frentes y alianzas que participarán en las elecciones provinciales del 8 de junio, el PJ tampoco encuentra paz en Misiones. La intervención ordenada por la conducción nacional a cargo de Cristina Fernández de Kirchner se encontró con la resistencia del partido provincial que, alineado con el rovirismo, intenta resistir en la Justicia.
Este martes, los interventores Gustavo Arrieta y Máximo Rodríguez no pudieron ingresar a la sede del partido ubicado en avenida López y Planes 2964, en Posadas, y la tensión escaló aún más.
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Sucede que los interventores llegaron con la resolución de la jueza María Servini que, a cargo del Juzgado Electoral con sede en Capital Federal, validó la decisión del Consejo Nacional del Partido Justicialista que había pedido hacerse cargo de la conducción del partido en tierras yerbateras.
Según pudo saber Letra P, la decisión también fue informada a la Secretaría Electoral misionera, aunque en el PJ que funciona como una de las patas del Frente Renovador de la Concordia, el oficialismo que conduce el exgobernador Carlos Rovira, aseguran que la intervención no tiene razón de ser, más allá de tratarse de un intento de “disciplinamiento político”.
El cierre de listas y el antecedente de Salta
Para los representantes de CFK, la única firma “jurídicamente válida” está en posesión de los apoderados Roberto César Albornoz y Roberto Fernández Meire, designados en ese rol por la intervención. Los frentes y alianzas electorales deberán presentarse antes de la medianoche de este miércoles y la pelea anticipa un foto similar a la escenificada en Salta, donde se presentaron dos frentes peronistas con el mismo nombre.
Gustavo Arrieta y Máximo Rodríguez, interventores del PJ en Misiones. Foto: radioup.com.ar
“La intervención es netamente política”, dicen en el PJ rovirista que presentó una medida cautelar, la cual fue rechazada en primera instancia y, a posteriori, apelada por los misioneros. Por esa razón entienden que la situación está judicializada y así justifican su resistencia al arribo de Arrieta y Rodríguez.
“Entendemos que el partido sigue funcionando normalmente”, dijo en una entrevista a la local FM 89.3 Martín Kornuta, el apoderado del peronismo intervenido. “Nos manejamos directamente en la parte judicial y vamos hasta las últimas instancias”, aseguró también Myriam Comparín, la titular del PJ que asegura que resistirá dando batalla hasta el final.
La situación del peronismo de Misiones
En la provincia que gobierna Hugo Passalacqua, el peronismo forma parte del armado provincialista que gobierna Misiones desde hace un cuarto de siglo. No hay sello del PJ entre los bloques de la Legislatura, del mismo modo en que tampoco hay representantes peronistas en el Congreso que formen parte de Unión por la Patria.
Ese es el principal argumento utilizado por la flamante conducción nacional para justificar la intervención. “Hay que ordenar esta balcanización”, dijo Teresa García, la secretaria general del PJ que acaba de cerrar la normalización del partido en Corrientes, para dar cuenta de las intenciones nacionales detrás de cada movimiento en las provincias.
Alberto Arrúa, diputado nacional por Misiones.
El principal referente del peronismo apuntado por CFK es Alberto Arrúa, cuestionado por la dos veces presidenta por su acompañamiento nacional a las leyes impulsadas por Javier Milei.
Esta semana Arrúa llevó a una parte de su militancia a una reunión con el exgobernador y titular de la Cámara de Representantes, Oscar Herrera Ahuad. “Valoran al Frente Renovador de la Concordia como un espacio de políticas públicas concretas que transforma realidades”, escribió al compartir la imagen a través de sus redes sociales.
Antes, junto a Comparín se reunieron con el vicegobernador Lucas Romero Spinelli, principal representante de la neo-renovación, con quien empiezan a diagramar su futuro, siempre como parte del oficialismo provincial.
Las novedades en las elecciones de junio
En Misiones se pondrán en juego la mitad de las bancas de la Cámara de Representantes. De las 20 a definir, 11 pertenecen al oficialista Frente Renovador de la Concordia.
El peronismo de Comparín y Arrúa buscará quedarse, de mínima, con las que arriesga, mientras que la intervención intentará ganar espacios y ponerlos en línea con el PJ a nivel nacional. Lo mismo ocurrira en los concejos deliberantes.
Esa no será la única novedad electoral que romperá la lógica reinante hasta ahora en el micromundo misionero. Como sucede en otras provincias, también se debe develar el rol que cumplirá La Libertad Avanza, que el 8 de junio podría desembarcar en soledad en la elección, como lo hará en Salta o buscar algún tipo de alianzas como, por ejemplo, lo hizo en Chaco.
