La hipótesis principal apunta que Rafael Ortiz, de 29 años, ató a sus hijas a su cuerpo y se lanzó al agua. Además, los primeros informes forenses indicaron que la más pequeña de las niñas sufrió traumatismo de cráneo y que pudo haber recibido algún golpe momentos antes de ser arrojada al agua.
En las últimas horas se conocieron los resultados preliminares de las autopsias hechas a Rafael Ortiz (29) y sus hijas, Emma (1), Liz Araceli (5) y Fátima Mabel (7), quienes eran intensamente buscados desde el último lunes en Paraguay luego de que el hombre secuestrara a las pequeñas y decidiera cruzar hacia Argentina. De acuerdo al informe del Ministerio Público del vecino país, tanto Ortiz como las menores ya llevaban cinco días sin vida, es decir, el lunes se habría provocado el ahogamiento.
El hombre había sido denunciado por su ex pareja y madre de sus hijas en Presidente Franco por el secuestro de las niñas, y se sospechaba que estaba oculto en Iguazú. Finalmente, en horas de la tarde de este viernes efectivos policiales del país vecino hallaron los cuerpos. Como pudo saber este medio, las víctimas estaban atadas entre sí al cuerpo de su padre.
Según consta en la denuncia, el hombre había amenazado a su ex pareja con matar a las niñas y suicidarse, si la mujer no retomaba la relación con él.
Las víctimas fueron reconocidas ayer por el padre del sindicado suicida. «Probablemente el lunes a la madrugada el hombre se lanzó al río con sus tres hijas», concluyó el fiscal en diálogo con los medios de comunicación paraguayos, en base al estado de descomposición de los cadáveres.
De acuerdo a lo que consta en la autopsia, hecha por la médica forense Raquel Cáceres, la misma noche del domingo o el lunes se habría dado el ahogamiento. Además, el diagnóstico reveló que la más pequeña de las niñas presentaba un traumatismo de cráneo. Por lo que una de las conclusiones que se maneja desde el Ministerio Público es que ya habría fallecido por algún golpe antes de ser arrojada al agua. Mientras que en el caso de las otras dos niñas y de Ortiz, el fallecimiento fue a causa de asfixia por sumersión o ahogamiento.
El fiscal de la causa imputó al abuelo de las niñas, Felipe Ortiz Colina (66), por facilitar la logística para que Rafael pudiera escapar y por violación del deber de cuidado. Testigos dicen que vieron al hombre mayor cruzando junto con su hijo y las menores al lado argentino. También imputaron al dueño de la canoa, por haber prestado el medio de transporte.
Historial de violencia
Tal como informó El Territorio en los últimos días, la investigación se inició el pasado fin de semana en la ciudad paraguaya de Presidente Franco por el rapto de las tres hermanas por parte de su padre. De acuerdo a la denuncia policial hecha por la madre de las criaturas, Ortiz las llevó por la fuerza a Puerto Iguazú con la intención de que pudieran pasar un día con ellas, ya que una reciente separación hizo que la justicia del vecino país diera la custodia de las niñas a su madre.
En ese contexto, luego de obtener una respuesta negativa por parte de la mujer para restablecer la relación, el hombre decidió robar una canoa y cruzar el río Paraná hacia la provincia argentina de Misiones, donde la familia materna de las niñas cree que las tenía escondidas en una zona de montes de las 2.000 Hectáreas. «Si no volvés conmigo nos vamos a tirar todos al Paraná», fue uno de los mensajes que recibió la madre de las pequeñas por parte del Ortiz, tras desaparecer con las criaturas.
Luisa Torres, tía de las niñas, narró a este medio que su excuñado se presentó el pasado viernes por la tarde en casa de su hermana para llevarse por un día a sus hijas Emma Sofía de un año, Liz Araceli (5) y Fátima Mabel (7). Hechos de violencia denunciados por la madre de las niñas hizo que ambos llevaran más de dos meses separados.
Aunque el sábado, cuando la mujer esperaba tener nuevamente a sus pequeñas con ella, recibió un mensaje de WhatsApp por parte de Ortiz en donde pidió que lo perdonara y que volvieran a estar en pareja. Y que, si la mujer no hacía caso a su pedido, este no tendría problemas en arrojarse al río Paraná con sus tres hijas.
«El sábado a la mañana le mensajeó a mi hermana y le dijo ‘si no volvés conmigo, nos vamos a tirar todos al Paraná'», alertó la mujer. Y pidió «a las criaturas de vuelta, que vuelva con las niñas, son muy chiquitas y todavía necesitan de muchos cuidados», lamentó Luisa.
Fuente : El Territorio