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Los detalles de los primeros cinco días de Urribarri en la cárcel de Paraná

Este domingo, Sergio Urribarri cumple su quinto día de prisión en la Unidad Pena 1 de Paraná, al igual que su cuñado Juan Pablo Aguilera, mientras que Pedro Báez cumple el segundo día de encierro. Los tres están juntos en la misma celda que se improvisó el martes a la mañana, cuando se conoció la resolución de la Cámara de Casación Penal que ordenó la prisión preventiva. Hasta el momento, han ingresado a visitarlos tres abogados y el hijo del exgobernador, Mauro Urribarri, y recibieron alimentos, ropa y elementos de higiene, en el marco del régimen carcelario habitual.

Los defensores de Aguilera, Marcos Rodríguez Allende y Miguel Ángel Cullen, el exdefensor de Urribarri, Raúl Barrandeguy, y el actual, Leopoldo Cappa, son los abogados que hasta ahora ingresaron al penal para visitas tanto por cuestiones legales como personales. Este lunes iría el defensor de Báez, José Velázquez. Nunca aparecieron los abogados de Buenos Aires, Fernando Burlando y Javier Baños. Además, según se confirmó desde el Servicio Penitenciario, el exministro de Gobierno Mauro Urribarri también pudo entrar a ver a su padre este sábado. Se cree que en los próximos días asistirá la esposa, Ana Lía Aguilera.

Un detalle: los tres permanecen de jogging y zapatillas pero sin cordones, como lo establece el reglamento, por cualquier intento de autoagresión.

El sistema de visitas es el habitual para los demás internos: dos días por semana y exclusivamente familiares directos. Es decir, no podrán ingresar amigos, parientes de segunda línea (nueras, primos, etc.) ni compañeros de la política. Se trata de una definición adoptada en la pandemia y quedó como disposición general para todos los penales, una medida que ha tornado más tranquilos los días de visitas y de esta manera las filas no son interminables como antes. De hecho, unos días antes del ingreso de los exfuncionarios, los internos habían realizado una protesta para volver al régimen anterior, pero las autoridades informaron que no habrá marcha atrás. Como Urribarri, Aguilera y Báez no pertenecen a un pabellón, se están definiendo qué días se fijarán para sus visitas.

Los nuevos internos, además, vienen manteniendo contacto telefónico varias veces por día con sus abogados y sus familiares. Avisan a la Guardia y les habilitan el teléfono, como tienen todos los pabellones, que puede ser un fijo o un celular controlado.

Los tres se encuentran en la misma celda, con una cama y una cucheta. Por las dimensiones del lugar que se utilizaba como depósito y antiguamente para los penitenciarios que eran del interior de la provincia, que tiene cuatro metros de largo y tres de ancho y un baño, no entra un alma más.

Durante la mañana no salen de ese sitio. Como al lado funciona una oficina con un gran movimiento de gente, ya están informados que en ese horario no podrán salir. Por la tarde les abren la puerta para poder salir al patio interno un rato, y a la tardecita nuevamente un tiempo más.

Alimentos y ropa les llevan abogados o familiares a la Guardia, varias veces por día. Se requisan los elementos y se los llevan a la celda, una práctica que realizan todos los internos. Como el que lleva algo no debe entrar a la cárcel, se puede hacer en cualquier momento, hasta con un delivery. Esto debería seguir así hasta que la Justicia decida otro lugar de alojamiento, ya que en la celda en la que están Urribarri, Aguilera y Báez no tiene espacio para cocinar ni lavar y colgar ropa.

A los familiares les pasaron una lista muy detallada de los elementos que se pueden ingresar. La comida debe ir sí o sí en recipientes plásticos. Por ejemplo, una lata de picadillo se abre ahí y se pasa a un envase de plástico permitido. Si son galletitas, se abre el paquete y se la colocan en una bolsa. Los mismo con un tetra brick de leche, yerba, café o azúcar. Se prohíbe la comida rellena (tartas, ravioles, etc) porque son métodos usuales para esconder elementos prohibidos, básicamente droga, así como los aerosoles (desodorantes o repelentes, por ejemplo). No se permite el ingreso de alimentos que fermenten (vinagre, cítricos, etc.) porque los internos fabrican bebidas alcohólicas. Sí les permiten el ingreso de elementos de higiene y limpieza, sí como cubiertos y vajilla de plástico.

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