La hidrovía se vacía de barcos por la pronunciada bajante del río Paraná

Mientras continúan los problemas para la navegación por la autopista fluvial, el puerto de Bahía Blanca se beneficia al igual que los camioneros que transportan mercadería por rutas.

Hay barcos que prefieren evitar la navegación por la hidrovía por la carencia de agua en el río Paraná y otros que deciden cargar menos toneladas para no quedar varados.

En Bolivia, las navieras suspendieron el transporte de carga de mercancías del país andino por una de las autopistas fluviales más importantes del mundo y en el puerto de Bahía Blanca comienzan a trabajar mucho más desde que comenzó esta crisis hídrica.

Este año, la Prefectura Naval Argentina estableció un calado máximo de navegación de 8,88 metros, como una medida crítica ante la situación hidrológica del Río Paraná. Hay al menos cinco embarcaciones con un calado de 10 metros que se encuentran detenidas, incapaces de navegar debido a la pronunciada bajante del río.

La bajante del río Paraná preocupa a las autoridades que afirmaron que “hay varios barcos que no salen de los puertos porque el río sigue bajando y, sencillamente, no se puede navegar con el riesgo de quedar varado”. Hay buques fondeados en redas de San Nicolás, Villa Constitución y Rosario.

Si bien la situación no es similar ni tan dramática como sucedió en 2020, precisamente, el mal recuerdo de esa bajante pone en alerta a todos los usuarios de la hidrovía Paraná- Paraguay.

Fue tan dramática la bajante del comienzo de la década que el paisaje por donde fluye el río se transformó dejando a la tierra desnuda, a la gente caminando por el lecho del río y a varios tramos de la ruta navegable completamente secas.