A mediodía de este sábado, el grupo militante ha confirmado la noticia adelantada por el Ejército de Israel.
El Ejército israelí ha asegurado este sábado haber matado a Hassan Nasrallah, líder del grupo militante Hezbolá, en un ataque realizado el viernes en Beirut. Israel asegura que llevó a cabo una ofensiva aérea precisa mientras la dirección de Hezbolá se reunía en su cuartel general de Dahiyeh, al sur de Beirut. Nasralá dirigía Hezbolá desde hace más de tres décadas.
Ali Karki, comandante del Frente Sur de Hezbolá, y otros comandantes también habrían muerto en el ataque, según el las Fuerzas de Defensa isralíes. Ante estos hechos, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, ha sido trasladado a un lugar seguro dentro del país, donde se han reforzado las medidas de seguridad, según informan varias agencias informativas.
Los bombardeos, en los que habría muerto el líder del grupo, han sido los más fuertes sobre la capital libanesa en el último año y parecen empujar la escalada del conflicto a una guerra en toda regla. Al menos 720 personas han muerto en Líbano durante esta semana, según el Ministerio de Sanidad.
Es probable que la cifra de muertos aumente significativamente a medida que los equipos peinen los escombros de seis edificios alcanzados por los misiles. Israel lanzó una serie de ataques contra otras zonas de los suburbios del sur tras la explosión inicial.
Más detalles
Posible invasión terrestre inminente
El Ejército israelí ha asegurado también este sábado que está activando tres batallones de soldados de reserva, después de haber enviado anteriormente dos brigadas al norte del país a principios de semana para realizar entrenamientos de cara a una posible invasión terrestre.
Este sábado, Israel ha realizado varios ataques en el sur de Beirut y en el este del valle libanés de la Bekaa. Hezbolá lanzó decenas de proyectiles en el norte y centro de Israel y en Cisjordania, ocupada por el país hebreo.
Relacionado
En los suburbios del sur de Beirut, el humo se elevaba y las calles estaban vacías a primera hora de este sábado después de que la zona fuera azotada durante la noche por intensos ataques aéreos israelíes. Los refugios instalados en el centro de la ciudad para los desplazados están desbordados.
Muchas familias duermen en plazas y playas públicas o en sus coches. En las carreteras que conducen a las montañas sobre la capital, se puede ver a cientos de personas emprendiendo el éxodo a pie, con bebés en brazos y cualquier pertenencia que pudieran llevar.