Javier Milei fundamentó la captación de votos en el COMPROMISO de acabar con la CASTA que históricamente se benefició en Argentina a expensas de la ciudadanía. Sin embargo, una vez en el poder, el GOBIERNO LIBERTARIO no para de TRANZAR con quien sea necesario para mantenerse y avanzar. Un claro ejemplo es la evidente RECOMPENSA cada vez mayor al senador entrerriano que salvó la Ley Bases, Edgardo Kueider, otorgándole la estratégica Comisión Bicameral de Inteligencia, con el aval de Santi Caputo.
ASÍ COMO LOS LIBERTARIOS CASTIGAN A LOS FUNCIONARIOS QUE CONSIDERAN TRAIDORES POR EXPONER PÚBLICAMENTE OPINIONES CONTRARIAS, EXPULSÁNDOLOS CON ESCRACHES MEDIÁTICOS, DEGRADÁNDOLOS COMO PROFESIONALES Y COMO PERSONAS, TAMBIÉN RECOMPENSAN A TODO ALIADO QUE SE LES SUME, SIN IMPORTAR ANTECEDENTES NI PRONTUARIOS, COMO EL SENADOR NACIONAL ORIUNDO DE CONCORDIA, EDGARDO KUEIDER, QUE APOYANDO LA LEY BASES LE DIO LA ESPALDA A LAS NECESIDADES Y REQUERIMIENTOS DE LA PROVINCIA QUE “REPRESENTA”.
Inesperadamente, Edgardo Kueider se ha convertido en una pieza clave dentro de la maquinaria libertaria, incomodando incluso al Pro, que pretende a Martín Goerling para encabezar la Comisión Bicameral de Fiscalización de Organismos de Seguridad e Inteligencia del Congreso, ampliando la GRIETA entre la vicepresidenta Villarruel y la Casa Rosada.
El asesor presidencial, Santiago Caputo, conocido en redes como el «Peaky Blinder libertario», habría seducido a Kueider cuando la Ley Bases agonizaba en la Comisión del Senado, prometiéndole la presidencia de la comisión bicameral a cambio de su voto positivo. Esta situación ha reavivado el conflicto entre los libertarios y el Pro, ya que la presidenta del Senado había comprometido el cargo a Martín Goerling de Misiones.
Los héroes no solo existen en los cómics, como los que admiran Milei y Lilia Lemoine en su modalidad de cosplayer, sino también en la vida real, como Kueider, quien LLEGÓ AL RESCATE de la Ley Bases en el Senado cuando parecía perdida, junto con su asociado Espínola, aunque movido por circunstancias más que por convicción. Dicen que Francos lo convenció, pero Francos contaba con el dato de quién tenía su voto en OFERTA, apalabrado por Santi (no santo) Caputo. Kueider tenía un precio, su apoyo no proviene de un convencimiento, sino del apuro y la emergencia, la misma que lo hizo sujetarse de los fueros parlamentarios.
Edgardo Kueider llegó al Senado en 2019 huyendo del Fiscal Ramírez Montrull que lo había empezado a investigar por la causa «Multimedios Regional», una empresa que había logrado del Estado contratos millonarios en pautas publicitarias para medios ignotos. En aquel momento, Kueider era Secretario General de la Gobernación, y, según los expedientes con documentación donde aparece la firma de BORDET, Kueider direccionaba cantidades millonarias a una empresa que recién iniciaba sus actividades en los medios, encabezada por un prestamista que hoy maneja una Mutual que otorga préstamos, la forma elegante y legal con la que hoy operan los prestamistas.
Además, durante su primer período como Secretario General de la Gobernación, era vox populi entre los legisladores que tanto Kueider como Bordet manejaban los contratos de la Legislatura. Sería el mayor hecho de corrupción en la provincia de Entre Ríos, superando extraoficialmente los 100 millones de dólares.
Impulsado por la emergencia judicial, Kueider recurrió a su archiamigo Bordet para protegerse, y con solo el antecedente de haber sido un concejal de trarea discreta en Concorida, fue posicionado como cabeza de lista del PJ para el Senado, que sumado a Casaretto al frente de la lista de Diputados, terminó en una desastrosa elección para el peronismo entrerriano. El PJ comenzaba a hundirse en la provincia, pero se había puesto a salvo al socio y amigo de Bordet.
Recientemente, como un temblor secundario como repercusión del terremoto principal que significa la investigación por Enriquecimiento Ilícito que desató la exposición pública de los bienes personales de Bordet, al Senador Kueider lo apuntan con una solicitud Judicial para que también sea investigado por la cantidad de acopio de propiedades, que al igual que Bordet, no cuadran con su nivel de ingresos.
Más allá de las postulaciones e intenciones, la presidencia de la Comisión Bicameral será definida por quienes la integran, y los peronistas, que consideran a Kueider un TRAIDOR, no están dispuestos a darle su apoyo. Kueider, apoyado por los libertarios, está en la carrera por este cargo, pero su futuro dependerá del respaldo que logre de sus pares. Es evidente que ya no se alinea con el kirchnerismo ni el peronismo, habiéndose unido libremente a los libertarios sin considerar al partido que lo impulsó ni a los ciudadanos que «representa».
