Sergio Bordón es maestro rural en el paraje Rincón de Sarandí en Esquina en la provincia de Corrientes, su camino como docente comenzó hace 32 años y hace 28 lleva adelante un proyecto que nació de una simple pregunta: ¿Cómo se mide la temperatura?.
El correntino Sergio Bordón se dedica a la docencia desde hace 32 años, en 1996 comenzó a dar clases en la escuela N° 527 “José de Calasanz”, del paraje Rincón de Sarandí en la localidad de Esquina y desde entonces inició un proyecto meteorológico que a lo largo de los años escaló a gran medida y hoy proveen los datos del tiempo a otras ciudades y provincias como Santa Fe y Entre Ríos. Por su labor y dedicación, es uno de los candidatos a ganar el premio Docentes que Inspiran, una iniciativa de Clarín y Zurich Argentina. De 2100 postulaciones quedó entre los 24 mejores.
El puntapié inicial del proyecto meteorológico que con el tiempo se convirtió en un servicio a la comunidad, fue una simple pregunta de un alumno de 6 años: ¿Cómo se mide la temperatura?. Bordón sabía que no bastaba solo con explicar en una clase, ya que en la zona faltaba una estación meteorológica que informe sobre los estados del tiempo a los pobladores y con los pocos recursos que contaba creó una.
“El proyecto nació en 1996, una vez un chico me preguntó cómo se manejaban las temperaturas, y ahí surgió todo. Conseguimos un termómetro y empezamos a medir las temperaturas a la entrada y a la salida. Después se nos ocurrió agregar un hidrómetro, un barómetro, y ahí hicimos una pequeña planilla donde tomábamos también la velocidad, la dirección del viento y la humedad”, contó a El Litoral, Sergio Bordón.
Actualmente un total de 50 familias viven en el paraje el Rincón de Sarandí, los más pequeños asisten a la escuela rural 527 de la cual Bordón es director, el único maestro y a la que asistió cuando era chico. Los niños son los protagonistas todos los días ellos se encargan de medir la temperatura, colocar en planillas y luego transmitir los datos. Esta información la transmiten en sus casas, ya que, sus padres son pequeños productores y de esta manera se mantienen informados sobre los eventos meteorológicos.
La rutina de todas las mañanas consiste en izar la bandera y luego de entonar himno, tomar los datos del termómetro y barómetro, anotarlos en la cartelera. Al finalizar la jornada escolar, vuelven a medir para saber cuántos grados subió o bajó la temperatura, la humedad, la dirección del viento, si cambió la velocidad, entre otras variantes.
“El estado del tiempo lo llevamos contado en una fichita y a fin de mes, hacemos una estadística de los días hábiles. Así que ellos ya se van con una idea a su casa de cómo está el tiempo en el día, si va a haber una lluvia o el tiempo está bueno, llevan información a su casa”, explicó Bordón.
La estación meteorológica montada en la escuela rural no se limita a recoger los datos del tiempo sino que también los da a conocer por lo que está completamente en contacto con las radios locales, medios de comunicación y bomberos. El paraje Rincón de Sarandí se ubica al sudoeste de la provincia. En Corrientes, los datos que se recogen en la escuela se difunden por radio y llegan a Sauce, Curuzú Cuatiá, Goya y parajes cercanos. El alcance se expande a otras provincias como Santa Fe o en Entre Ríos en Colonia El Ombú, San José Feliciano, La Paz y Villanueva.
“Al principio habíamos empezado enviando información a una emisora de Esquina, después se fueron sumando otras de Sauce y hoy en día enviamos a todas las radios de estas localidades, a dos canales de televisión por cable que tienen informativos”, explicó el destacado profesor.
Los datos recabados en la pequeña estación sirven para intercambiar información con entidades como el INTA, Vialidad Provincial, Recursos Forestales y el Consorcio del Fuego y mantener al tanto de lo que sucede a los pobladores. “A las doce del mediodía en punto les envío los datos de temperatura, humedad, dirección y velocidad del viento, y ellos nos devuelven el índice de peligro de incendio del día o con Vialidad, cuando hay obras acá en la zona, nos preguntan por el tema de las lluvias”, agregó.
El desafío del tiempo: elegido entre los mejores docentes del país
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En moto los días de calor y en bicicleta los días de frío, Sergio asiste a la escuela aunque llueva y los caminos se pongan difíciles. Con el paso del tiempo muchas de las familias que antes vivían en el campo se trasladaron a la ciudad y la gran cantidad de alumnos que supo tener alguna vez la institución disminuyó, hoy asisten 8 en alumnos de diferentes niveles a la primaria motivados por seguir aprendiendo.
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“Ha disminuido mucho la población, esta escuela era de tercera categoría, éramos 3 docentes y teníamos 60 alumnos más o menos en ese momento. Y después fue cayendo la matrícula y ahora estoy solo yo y son 8 los chicos que van a aprender a la escuela”, cuenta el docente que en 2012 gestionó para que se cree la extensión áulica secundaria y hoy los jóvenes de la zona asisten al turno tarde y realizan los estudios secundarios.
Por su gran labor y dedicación a la educación de tantos niños y niñas de la zona rural, fue elegido por el Comité de Preselección, conformado por la Fundación Varkey, entre más de 2.100 docentes de todo el país, entre los mejores 24 Docentes que Inspiran, una iniciativa de Clarín y Zurich Argentina que busca homenajear a los educadores más destacados del país.
“Estamos muy contentos, porque es algo muy muy importante para nosotros, acá que estamos en una escuela chiquita, de zona rural, de personal único, así que para nosotros es una gran satisfacción estar entre los docentes más destacados de la Argentina”, contó con mucha emoción Bordón.
El jurado está integrado por reconocidos académicos, científicos y miembros de ONGs de educación, quienes elegirán a los 6 finalistas al Docente Inspirador del Año. Uno de ellos recibirá un premio de $10.000.000 y se entregarán dos menciones especiales que recibirán $3.000.000.