Nota de opinión
La realidad sobre el déficit de viviendas afecta a todos los sectores de la población, pero especialmente al más empobrecido. No existe una solución rápida y circunstancial; sin embargo, es posible configurar la problemática de manera que se fortalezcan las enormes debilidades de las personas y familias que requieren todo tipo de asistencia.
El Concejo Deliberante de Concordia se apresta a tratar un proyecto de ordenanza que habilitará al Instituto de Vivienda y Tierras Autárquico Municipal (INVyTAM) a recibir fondos provinciales, que serán aplicados a la construcción de viviendas en barrios de extrema vulnerabilidad, en un proyecto de trabajo conjunto con la ONG “Techo”. modelo de vivienda propuesto a construir en Concordia.
Es evidente que la vivienda y el entorno en el que se habita son factores decisivos para generar un cambio en la calidad de vida. Por ello, somos y seguiremos siendo conscientes de esta realidad, comprometidos a realizar diagnósticos y a brindar respuestas específicas que determinen, en cada caso, cómo y de qué manera es posible comenzar a atender tantas necesidades.
Cientos de viviendas de madera construidas en Misiones , con otro criterio estético que dignifica su habitabilidad
Es imprescindible fomentar el desarrollo de las materias primas de la región, ya que hemos estado presentes en este ámbito desde hace muchos años. Han pasado tres décadas desde que planteamos un criterio de desarrollo del sector forestal e industrial de la región, proponiendo un mercado básico de viviendas con un alto uso de madera. En este sentido, desarrollamos un Manual de Construcción en Madera, el cual fue entregado al IAPV.
Lamentablemente, nunca se recibió respuesta ni se nos convocó para colaborar, y se continuó con la estructura convencional, cuyos resultados están a la vista.
Con un aumento significativo de la pobreza y las necesidades, el aporte del Estado ha disminuido drásticamente. Las soluciones son posibles, pero deben ser integrales, y es necesario que todos los actores involucrados comiencen a dialogar, estableciendo un marco basado en los estándares de construcción vigentes y bajo los controles específicos. Solo así se podrá desarrollar la construcción con fines sociales, dirigida a los sectores más necesitados y vulnerables.
El Estado posee el poder de establecer las condiciones de apoyo al Sector en la medida que el Sector blanquee totalmente su realidad.
Se debe sentar las bases necesarias para generar las decisiones correctas, es fundamental establecer un cambio desde el Estado en las políticas de tributos vinculados a los servicios de la energía, el direccionamiento del crédito y del mismo para la compra de equipos y maquinaria mediante excepciones impositivas, barreras arancelarias consensuadas con las provincias productoras para favorecer al industrial local, .
El Estado tiene el poder de crear el mercado cautivo de la vivienda con altos valores de madera en donde la provisión de autopartes deberán ser provistas por el Sector, el Estado debe considerar la necesidad de crear espacios de producción industrial pequeña y mediana ( zonas especiales, parques productivos) en donde los costos fiscales, seguros, energía, seguridad y servicios unifiquen un todo, ajustando los costos y accionar para lograr la eficiencia competitiva que permita superar las crisis actual apostando al crecimiento planificado.
Existen innumerables ejemplos que demuestran en el tiempo que la planificación y coordinación de esfuerzos compartidos entre lo privado y el estado logran los objetivos de crecimiento sostenido.
Todos los países y regiones que hoy producen madera aserrada con valor agregado conforman un todo articulado, comunicado con proveedores y mercados, corrigiendo permanentemente las variables que los hacen competitivos, serios y creativos., el productor es serio, el industrial es serio y el estado es serio, responsable de apoyar a una pequeña empresa que debe y deberá sobrevivir para crecer, dar trabajo digno, generando riqueza con trabajo y creatividad de la producción de y en su propia tierra.
Solo mediante la integración de todos los involucrados, a través de acuerdos para el desarrollo, se podrá intentar frenar el proceso de decadencia persistente, que pone en peligro la estructura familiar por la falta de vivienda, educación, cultura, salud y empatía social.
La creatividad de todos, el trabajo en conjunto y los valores humanos pueden guiarnos hacia las soluciones posibles.
Eduardo Rubel Presidente ONG-PDS miembro del Consejo Asesor del Sector Foresto- Industrial .