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Carnaval del país: el corsódromo se vistió de fiesta en el arranque de Gualeguaychú

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El Carnaval del País vivió su primera noche –de 11 programadas- con un marcado éxito a juzgar por la calidad del espectáculo y la respuesta del público.

Los organizadores estimaron que aproximadamente 20.000 personas presenciaron el mayor espectáculo a cielo abierto que se organiza durante el verano en la Argentina.

A las 20:25 se dio inicio al acto oficial con el tradicional corte de cinta en la pasarela del Corsódromo “José Luis Gestro”, con la presencia del gobernador Rogelio Frigerio, el intendente Mauricio Davico y el presidente de la Comisión del Carnaval, José Bereciartu. También estuvo presente el secretario de Turismo provincial, Jorge Satto, entre otras autoridades.

Los mandatarios -tanto local como provincial- se agradecieron mutuamente, mientras que Bereciartu tuvo palabras también de agradecimiento a sus pares de la Comisión Directiva y a los trabajadores y artistas que hacen posible este espectáculo impar. Esta edición lleva por nombre –a manera de homenaje y reconocimiento- “Ana María Gelós de Peverelli”, vinculada con el Club Pescadores (comparsa O´Bahía).

Luego, Silvio Solari -la voz de Carnaval del País-, dio inicio al desfile y anunció el siguiente orden de las comparsas: Papelitos (Club Juventud Unida) con su tema “Iguales”; Marí Marí (Central Entrerriano) con “Ítaca”; en tercer lugar, Kamarr (Club Sirio Libanés) con “Eclipsia” y por último Ará Yeví (Club Tiro Federal), que propone “Endiablada”.

Una observación precisa: con un público cautivo, que las cantinas cobren una botellita muy pequeña de agua 4.000 pesos es un despropósito por su abuso y puede tener como consecuencia un daño mayor porque espanta a cualquiera. ¿Cómo era esa frase?: “vivir del turismo, no del turista”, parecería que nada se ha aprendido. Con la masividad que tiene el carnaval no es necesario que se apliquen precios tan desubicados. Y además, más allá de que Gualeguaychú sea una ciudad cara, situaciones así solo profundizan la distancia que se ha venido dando entre vecinos y la organización del carnaval. En consecuencia pasa a ser una fiesta para los turistas, pese a que el 95 por ciento del carnaval es desarrollado por gente de la ciudad. En la medida que la comisión del carnaval no tome nota de estas situaciones, después será tarde para quejas si la gente no responde como se espera, después de todo un año de trabajo para organizar esta fiesta.

Los mejores sábados del verano

En estos sábados de verano, Gualeguaychú se convierte en un tapiz viviente de colores y ritmos. El Corsódromo, como un corazón vibrante, late al compás del Carnaval del País, donde el arte, la pasión y la cultura se funden en una celebración sin igual. 

Cada noche del carnaval es un acto de resistencia contra el olvido, una alabanza a la identidad y un tributo a los artesanos de sueños: los que tallan carrozas, los que ensayan pasos infinitos y los que, entre hilos y lentejuelas, tejen ilusiones. 

Anoche Gualeguaychú fue tierra de pasión, donde el Carnaval no fue solo un espectáculo: sino un hechizo que recuerda que, al celebrar la alegría, las personas son libres y que la diversidad es para la igualdad no para la diferencia.

Papelitos propone “Iguales”

La primera en pisar la pasarela fue Papelitos, la última campeona –tricampeona en rigor- que pertenece al Club Juventud Unida y lo hizo con la fuerza “de la bohemia del Oeste” y los nuevos tiempos que la hacen rugir como un león.

Esta propuesta responde a la dirección de Juane Villagra, quien desarrolló como temática “Iguales”: que habla de una Gualeguaychú que es opuesta a lo utópico y es, por consiguiente, distópica, es decir, referencia un mundo que no es ideal sino tan dividido como indeseable.

En la narrativa de Papelitos, “el humo de las fábricas y las locomotoras cubrían el cielo ocultando las estrellas. El sonido de las máquinas y los silbidos de los trenes se mezclaban con los gritos y las risas de los habitantes. La ciudad estaba dividida en dos: el Este y el Oeste. En el Este, vivían Los Puros, los humanos que se consideraban superiores a los demás seres. En el Oeste vivían Los Olvidados, todo tipo de seres fantásticos como Elfos, Minotauros, Faunos, Gigantes, Centauros y otros tantos que habitaban el sector, que por su aspecto físico eran explotados y marginados por los humanos, siendo condenados a realizar las tareas más duras de la ciudad”.

Los Puros tenían el control de la industria, el comercio y la política. Mientras que Los Olvidados gozaban de la cultura, la magia y tenían esperanzas por un mundo mejor.

“Entre Los Olvidados había una joven llamada Candella. Era un hada de cabello celeste y alas doradas. Vivía en un pequeño barrio al costado de la vía, donde trabajaba como lavandera. Su sueño era ser bailarina del gran teatro del Parque de la Estación, como lo había sido su madre cuando la ciudad era una sola”.

En la apertura deslumbró su bastonera Florencia Villagra, que impactó por su vestuario, su gracia y un equilibrado acompañamiento de la Comisión de Frente.

De entrada, la propuesta vislumbra y asombra: un carro es empujado por un vacuno que camina en el aire, apenas rozando la pasarela. Un logro de ingenio que predispone para lo mejor. Y de inmediato, sin demoras, la coreográfica irrumpe lúdicamente, conectando de manera directa con la primera carroza: una locomotora que también simboliza la sociedad fabril. En esta combinación, es notorio cómo las técnicas teatrales y las coreográficas dialogan para fortalecer el desarrollo de la propuesta.

También sobresalieron otras escuadras como los animales –una especie de centauro- que cargan sobre sus lomos parte de una fecunda presencia comercial en nombres de “negocios” que perduran en la memoria de toda la ciudad. Es el caso de Cotagú (Cooperativa Tambera Gualeguaychú), Casa Betolaza y París Londres. Más que una expresión de nostalgia, remite a la buena memoria de esa ciudad que era una sola con sus habitantes.

El desplazamiento no tuvo grandes distinciones, excepto por algunos momentos donde su coreografía estuvo más “aceitada” y equilibrada con la banda sonora a cargo de “Furia del Oeste” donde es inconfundible la voz de Andrea Benedetti, toda una identidad para Juventud Unida.

Hacia el final, se destaca una carroza que refleja la presencia del progreso y el orden, pero en rigor es un camión hidrante muy bien logrado que ejecuta la represión. E incluso los bailarines, con vestuarios de policías casi prusianos también “reprimen” para sostener ese supuesto progreso y orden y lo hacen recordando los antiguos carnavales de la infancia con agua y burbujas.

La batucada dirigida por el ex intendente Esteban Martín Piaggio hizo lo justo y necesario, pero no deslumbró como en otras ediciones. Como ha ocurrido el año pasado, Piaggio y Davico se volvieron a encontrar no en el diálogo político, sino en la arena del Corsódromo.

El final es una verdadera pena porque su carroza –de gran tamaño- refleja la falta de terminación de manera muy evidente e incluso pareciera que se rompió antes de debutar.

Por historia reciente y también por tradición, de Papelitos es justo esperar más. Eso es lo que se espera para las próximas noches: que fortalezca sus debilidades y consolide sus fortalezas.

Marí Marí propone “Ítaca”

La comparsa Marí Marí (Club Central Entrerriano) sorprendió de entrada por cuatro características que ya la ubican como competitiva: por primera vez en el Carnaval del País la apertura estuvo a cargo de una batucada. Esto implicó –al menos por esta edición- que no sonará junto a la banda musical. Si bien esta apertura sorprendió a todos, también encontró desprevenidos a la gran mayoría que no pudo disfrutar totalmente de una propuesta valiosa por su estética e innovación.

Mención especial se merece el vestuario de la batucada como la puesta en escena. Una maravilla que emociona y enaltece el alma. Original, innovadora, creativa y de muy exquisita estética: la batucada de Marí Marí no pasará desapercibida.

La temática de La Aplanadora tiene su anclaje en una historia de la literatura clásica e inspiradora en materia artística. Está inspirada en la Ilíada de Homero, la cual relata el viaje de Ulises a su pueblo luego de la Batalla de Troya. Su director, Facundo Lucardi, la recrea enfatizando más el proceso que vivió el héroe y no tanto sus logros o resultados. O en todo caso, que el verdadero destino está en el propio viaje.

Las carrozas se destacan por la finura de su confección, que además se realzan al estar muy bien iluminadas y donde nada que librado al azar.

En el desplazamiento como en las coreografías y en los distintos vestuarios de sus escuadras, se percibe un aceitado trabajo en equipo, una coordinación que nunca es fácil de lograr y un reflejo claro que Marí Marí de entrada está manifestando su vocación de campeona.

La labor de Gregorio Fariña (asistencia); Nicolás Collazo (vestuario); Meke Arakaki (carrozas); Natalia Miño (desplazamiento) y Leticia Nazzar (maquillaje) entre muchos otros, se destaca por una estética que logra transmitir casi sin fisuras la temática propuesta. Sin duda una de las mejores en esta primera noche.

Kamarr propone “Eclipsia”

Con la dirección de Leandro Rosviar, la comparsa Kamarr (Centro Sirio Libanés) denomina a su propuesta “Eclipsia”. El equipo central se completa con la dirección de la puesta de escena liderada por Lucas García; la batucada por Fabián Iturburúa; el vestuario por Evaristo Ayala y Celeste Airala y las banderas del club flamean al compás de los movimientos de Yamila Brusca y el “Colo” Lescano.

Por otra parte, quien lleva la corona de los Lobos es Agustina García. Mientras que Caravana de Carnaval es la banda que musicaliza a la comparsa y la magia y el arte de la pasista Daiana Delgui completan la propuesta.

El argumento gira en torno a que la luna antiguamente guiaba los pasos de las personas, pero también protegía los sueños e inspiraba paz a las almas. Pero, con el tiempo, algo oscuro creció en los corazones: una sombra alimentada por el egoísmo y la ambición, que empezó a devorar la propia luz.

Fiel a su historia, Kamarr argumenta en su temática la lucha entre dos manadas de lobos. Por un lado, los Lobos Negros que encarnan la ambición, la codicia, la envidia. Y, por otro lado, los Lobos Blancos, que son los guardianes del amor, de la bondad, de la paz.

La propuesta resalta en su argumento que “el verdadero poder de la humanidad no está en las grandes decisiones, sino en los pequeños gestos de cada día. Dentro de ustedes viven ambos Lobos, los Negros y los Blancos. La verdadera lucha es aprender a convivir con ellos, a escuchar esas voces que nos hablan desde adentro. Que cada uno de ustedes, hijos e hijas, se esmere en alimentar a los Lobos Blancos, para que el brillo de la luna vuelva a acompañarnos y que Eclipsia, finalmente, pierda su poder y no apaguen la luz”.

Esta primera exposición de Kamarr no ha sido feliz, porque proyectó más oscuridades que claridad en su propuesta general. Las carrozas no lucieron como se esperaba, el vestuario se percibió demasiado despojado e incluso prevalecían los tonos oscuros que tampoco ayudaban demasiado. Lo otro que fue notorio es un reciclaje a medias de la propuesta del año pasado, donde apenas cambiaron algunas tonalidades y agregaron algún que otro elemento, pero nada ha cambiado en esencia. Es una pena, porque se les reconoce talento y vocación por el trabajo.

Y si hay que destacar algo es su batucada que ha sobresalido con su pasista y han logrado deleitar a las tribunas con su arte.

Es evidente que esta propuesta deberá corregir ostensiblemente, tiene mucho que aportar y cuenta con los artistas necesarios para aspirar a un destino mejor.

Ará Yeví presenta “Endiablada”

Se puede escribir sin dudar que el regreso de Ará Yeví (Club Tiro Federal) ha sido virtuoso y necesario para elevar la calidad del espectáculo. Con la dirección de Guillermo Carabajal, su argumento cuenta una historia en la que el Rey Momo, personaje emblemático de los carnavales latinoamericanos, ante el rumor de que en el norte argentino existía un carnaval que escapaba a sus influjos, sella un pacto con Supay, Dios del Inframundo. Así, Momo sería coronado rey de los carnavales de Jujuy eternamente, si atravesaba los peligros que acechan la cueva de la Salamanca y, vestido de diablo, alegraría las calles norteñas durante nueve noches.

“El dios carnavalero es testigo entonces de que por nueve noches nadie es el mismo en la Quebrada, porque entre chicha, cascabeles, bombos y serpentinas, el yugo de todo el año, a su paso, el carnaval disipa. Las almas, durante ese tiempo fugaz, son peregrinas de un legado ancestral que las recorre”, sostiene su argumento.

“Sin embargo, lejos de constituir un maleficio para Momo, éste toma al traje como símbolo de su transformación y, endiablado, decide llevar el legado de la Madre Tierra a todos los carnavales del mundo, siendo un recordatorio viviente de que la verdadera alegría es la que se comparte; es aquella que, por sagrados instantes, nos sustrae del peso de la cotidianeidad y nos conecta con nuestros ancestros y con la niñez que habita nuestras almas; es aquella que suspende los que somos individualmente, pausa el peso incesante del tiempo, y nos funde con el universo y con nuestra Madre Tierra”.

“Que suenen los bombos y charangos, que los sikus eleven su canto, que hoy Ara Yeví es ofrenda para nuestros hermanos del Norte Argentino, porque encuentra en este ritual andino, raíces de nuestra cultura que deben integrarse para siempre a nuestra identidad carnavalera.

Si es verdad –como afirma Ará Yeví- que el carnaval siempre hace a las personas un poco más feliz, anoche logró “endiablar” a todo un Corsódromo con la magia de su legado y con su capacidad para innovar algo tan tradicional como esta expresión cultural que celebra la alegría de manera colectiva.

La banda Alma Carnavalera -con la dirección de “Titi” Pauletti y Belén Greco- lograron darle un ritmo carnavalero y con sus letras permitieron al público deleitarse en la sensibilidad y la emoción. Sin embargo, hay que subrayar algo que no debe repetirse: un problema de sonido “apagó” por unos minutos al Corsódromo, y fue gracias a un público ya “endiablado” que se evitó que quedara en silencio.

La dirección de la batucada es responsabilidad de Leo Stefani, la coreografía está a cargo de Fernanda Marchesini; la puesta en escena, de Lino López; la dirección de carrozas, Adrián Ghiglia y Emanuel Pérez; y la asistencia en dirección, Fabián Dumucet. Además, la corona la llevará Dalila Cepeda y la encargada de hacer bailar a todo el público en su rol de pasista es Camila Carro.

La carroza de apertura es un muy buen logro para contar esta historia y lo que se exhibe luego consolida una propuesta que claramente refleja la vocación ganadora. Es evidente que “el descanso del año pasado” le ha hecho muy bien a Ará Yeví, porque regresó con nuevos bríos artísticos y una propuesta madura y que está llamada a disputar los mayores puntajes en todos sus rubros.

El diálogo de las artes

En el Carnaval del País de Gualeguaychú intervienen múltiples lenguajes artísticos que se combinan para crear un espectáculo único. Entre los principales se encuentran:

* Danza, vestuario y coreografías: los integrantes de las comparsas realizan coreografías cuidadosamente diseñadas, que transmiten las emociones y mensajes de cada temática. Claramente es una expresión de emociones y narrativa escénica. Se trata de uno de los pilares fundamentales del Carnaval del País, donde cada comparsa cuenta con un cuerpo de baile compuesto por decenas de integrantes que ejecutan coreografías cuidadosamente diseñadas. Estas coreografías no son meras secuencias de pasos al ritmo de la música; son auténticas expresiones de arte escénico que transmiten las emociones y los mensajes temáticos de cada propuesta.

Es la búsqueda de la excelencia a través de la expresión corporal, la sincronización que implica ensayo y disciplina, los estilos variados, la interacción con el vestuario y ambos con la coreografía. Es un impacto visual que deslumbra y afianza la narrativa.

* Música. Es como un latido sonoro que guía cada paso de los artistas. La música es el corazón palpitante del Carnaval del País. En este espectáculo, las composiciones originales se entrelazan con los movimientos de los cuerpos, las luces y las carrozas para crear una atmósfera vibrante y envolvente que define la esencia misma de la fiesta. Y marca el ritmo de cada comparsa y su temática elegida, además de elevar las emociones de los participantes y espectadores. A través de sus melodías, armonías y ritmos, la música se convierte en un lenguaje universal que habla directamente al alma del carnaval.

No es solo sonido, sino también composición, interpretación, energía y conexión. Y todo eso combinado con ritmo para recrear una atmósfera de emoción.

* Teatro: es la narrativa que da vida al espectáculo. El teatro es el hilo conductor que une los diversos elementos artísticos del Carnaval del País, dotando a cada comparsa de una identidad única y una narrativa que guía al público a través de historias o conceptos profundamente elaborados. Este componente escénico transforma el desfile en un espectáculo teatral a cielo abierto, donde las emociones, los conflictos y las celebraciones se desarrollan ante los ojos de los espectadores.

Esto implica un gran manejo de la narrativa en cada temática, pero también diseñar o crear muy bien los personajes y sus roles; las carrozas como un verdadero escenario móvil y la interacción con el público para compartir de manera fecunda el mensaje final de cada propuesta.

* Plástica: es el arte visual que da forma al espectáculo. La plástica es uno de los pilares fundamentales del Carnaval del País, donde la creatividad y el diseño se manifiestan en cada detalle visual del desfile. Desde los imponentes trajes hasta las carrozas monumentales, este lenguaje artístico transforma el Corsódromo en una galería de arte en movimiento, deleitando a los espectadores con su riqueza estética y originalidad. 

Entre sus aspectos esenciales está el diseño de los trajes, las carrozas monumentales, los accesorios y detalles. Y el lenguaje como parte clave de la emoción, lo que implica creatividad al utilizar diversos materiales y hacerlos convivir para un mejor impacto visual en movimiento.

* Literatura: presente en la elaboración de los guiones y temáticas, que a menudo se inspiran en mitos, cuentos, poesía o relatos históricos, en el Carnaval del País es claramente el poder narrativo que inspira a la danza, la música y la plástica. Así, la literatura en el Carnaval del País no solo se manifiesta en las palabras, sino en la creación de mundos enteros, narrativas profundas y visiones poéticas que impregnan todo el espectáculo

Por eso este lenguaje tiene inspiraciones en mitos y leyendas, que se reflejan en un guión como un hilo conductor, con relatos simbólicos y poéticos, con reflexiones sobre lo social o lo histórico

* Canto: es la voz que eleva el alma y da vida a la fiesta. El canto es uno de los elementos más poderosos y emotivos del Carnaval del País, ya que, a través de la voz humana, se expresa la emoción, la pasión y la narrativa de cada comparsa. Este componente no solo acompaña las coreografías y las carrozas, sino que también actúa como un vehículo para transmitir los sentimientos y mensajes de las temáticas elegidas. El canto, ya sea interpretado por coros o solistas, se convierte en el alma de la celebración, enriqueciendo la atmósfera y llevando la experiencia a un nivel profundo de conexión emocional con el público.

El canto es algo más que interpretar canciones. Es la magia de las voces, es el saber transmitir sentimientos profundos, hacer “sentir” la historia, es contagiar emociones con ritmo.

Todos estos lenguajes artísticos anoche se hicieron presentes -a su manera- en las cuatro comparsas. Por eso, en esas cuatro propuestas hay una celebración integral, que permite convertir al Carnaval del País en una genuina expresión cultural de una Gualeguaychú tan local como universal.

Las fechas del Carnaval 2025

El Carnaval del País consumió una de 11 noches programadas. Para disfrutar de este espectáculo impar, quedan las siguientes fechas:

* Enero: sábados 11, 18 y 25.

* Febrero: sábados 1°, 8, 15 y 22.

* Marzo: feriado de Carnaval, sábado 1°, domingo 2 y lunes 3.

Para el próximo sábado, el orden del desfile será Marí Marí, Kamarr, Ará Yeví y Papelitos.

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