La suba en alimentos fue de 1,2%. El aumento de los servicios empujó el índice. En lo que va del año la inflación es del 107%.
La inflación cayó al 2,7 por ciento en octubre y marcó la cifra más baja desde noviembre de 2021, casi tres años. Un logro muy importante para Milei que consolida así el buen momento de su gobierno.
El Indec confirmó este martes los pronósticos de las consultoras privadas, que anticipó LPO: el gobierno de Javier Milei logró romper el piso de 3%. El número marca una caída muy importante de 0,8% desde septiembre, cuando fue 3,5%.
Pero el dato más fuerte del informe del Indec es la marcada baja en la categoría más sensible del índice: Alimentos y bebidas no alcohólicas apenas tuvo un alza del 1,2%. Junto con transporte fue la división con menor suba.
La contracara fue la suba de los servicios públicos, que sigue empujando el IPC. La categoría “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” subió 5,4%. Lo siguió “Prendas de vestir y calzado” con 4,4%.
La suba de precios acumula 107% en los primeros diez meses del año, mientras que la interanual llega a 193%.
El dato de la inflación generó euforia en el gobierno de Milei, que minutos antes de que se diera a conocer el índice publicó una selfie junto a Luis Caputo. “Vamos Toto carajo”, tuiteó luego el presidente.
Milei adelantó además que se viene un ajuste sobre el crawling peg. “De confirmarse dos meses más esta inflación se bajará la devaluación mensual al 1%”.
“Si le restamos la inflación inducida (devaluación prefijada + la inflación internacional), la inflación monetaria viene viajando al 0,2% mensual, esto es, 2,4% anual”, tuiteó Milei.
No casualmente se expresaron en el mismo sentido el ministro de Economía y el vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning.
“Nadie puede dudar que hoy estamos en el mejor momento de la asunción del Presidente”, dijo Caputo. “La inflación prácticamente convergió al crawl más la inflación internacional, la brecha está en los mínimos históricos, en los últimos cinco años. La economía está recuperando, es decir, que nunca hubo un momento mejor que este”, dijo el ministro. “Argentina no tiene que ganar competitividad devaluando, tenemos que ganar competitividad bajando impuestos”, dijo Caputo.
Por su parte, Werning explicó que el crawling peg sirvió como un ancla cambiaria para contener las expectativas inflacionarias. “Hicimos un ajuste cambiario fuerte. Algunos decían que era demasiado fuerte y luego le dimos certidumbre al panorama cambiario estableciendo un crawl”, dijo Werning en el simposio del Instituto Argentino de Ejecutivos de las Finanzas (IAEF).
Con la desaceleración inflacionaria de manera sostenida, cambia el sentido del crawling peg. Según Werning, pasó de ser el ancla que frenaba la inflación a convertirse en un factor inercial. Esto significa que, en lugar de contener los aumentos de precios, fogonea los aumentos. “Ese crawl fue un ancla. Hoy, a medida que las expectativas inflacionarias convergen hacia él, actúa más como un factor de inercia”, dijo el vicepresidente del Central.