Es que el Gobierno del presidente Javier Milei dispuso el cierre definitivo del Ente Nacional De Obras Hídricas De Saneamiento (ENOHSA). Una empresa estatal que tenía como objetivo planificar, ejecutar y administrar obras de infraestructura hídrica y sanitaria en todo el país. También debía controlar la calidad del agua potable y del servicio de saneamiento.
Una de las razones que motivaron la disolución es que, según el Gobierno, el ente elude el control de gastos que existe en la administración nacional.
De todos modos, a diferencia de lo que ocurrió con la empresa ferroviaria, el cierra de ENOHSA no implica la pérdida de puestos de trabajo, al menos hasta el momento. En un principio, el Gobierno ha decidido reubicar a los empleados en otros entes o empresas públicas.