Rusia anunció la evacuación completa de otros dos distritos de Kursk ante el avance de las tropas de Ucrania

El gobierno de Zelensky invitó a la ONU y al Comité Internacional de la Cruz Roja a visitar la zona que ha sido ocupada

Las autoridades rusas ordenaron el lunes la evacuación obligatoria de las localidades fronterizas con Ucrania en otros dos distritos de Kursk, en medio de la contraofensiva rusa para expulsar a las tropas enemigas de la región

El gobernador, Alexéi Smirnov, explicó en Telegram que se trata de las localidades que se encuentren en las inmediaciones de la línea fronteriza a lo largo de una franja de 15 kilómetros.

La decisión se tomó con el fin de garantizar la seguridad de los residentes en las zonas fronterizas de los distritos de Rilsk y Jomutovski, que se encuentran a escasos kilómetros de la zona de combate.

Estimados conciudadanos, les pido que muestren comprensión con la situación actual y sigan todas las recomendaciones de las autoridades y los órganos de seguridad”, escribió el gobernador.

De la evacuación se encargarán tanto las autoridades locales como las fuerzas de seguridad y voluntarios del centro Patriot.

El ejército ruso aseguró el lunes haber liberado dos localidades más en Kursk, una de ellas cerca de Sudzha, el principal bastión ucraniano en la región fronteriza rusa.

Según el Ministerio de Defensa de Rusia, la agrupación militar Séver (Norte) recuperó el control sobre el pequeño pueblo de Borki, unos 14 kilómetros al sureste de Sudzha.

Además, las tropas rusas liberaron también la aldea de Uspenovka, que se encuentra en la misma frontera con Ucrania, al sur de Snagost, puesto fortificado recuperado la semana pasada por Moscú.

El Ejército ruso lanzó la pasada semana una contraofensiva para expulsar a las tropas ucranianas de Kursk, que comparte varios cientos de kilómetros de frontera con el vecino país.

Según Defensa, las tropas rusas han recuperado doce localidades, aunque Kiev continúa lanzando contraataques para evitar que Moscú cree una franja de seguridad en el norte del país, concretamente en las regiones de Kharkiv y Sumi.

El estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra mantiene que Moscú tendrá que concentrar más fuerzas y mejor preparadas en la zona si quiere recuperar el control de toda la frontera.

Mientras, Rusia prosigue su ofensiva en el Donbás, que, según Kiev y expertos occidentales, se ha ralentizado en las últimas semanas debido a la incursión fronteriza ucraniana.

“Pura provocación”

El jefe de la diplomacia ucraniana, Andrii Sibiga, invitó el lunes a la ONU y al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) a visitar la parte de la región de Kursk ocupada por Ucrania.

“Ucrania está dispuesta a facilitar su labor y demostrar su adhesión al derecho internacional humanitario”, dijo Sibiga en X.

Rusia denunció esta invitación como una “pura provocación” e instó a la ONU y a la Cruz Roja a no aceptarla.

El presidente ucraniano Volodimir Zelensky (Europa Press)
El presidente ucraniano Volodimir Zelensky (Europa Press)

La ONU respondió el lunes poniendo como condición el consentimiento de Moscú.

“Estamos listos para hacerlo. Necesitaremos permiso de Rusia”, dijo el portavoz Stephane Dujarric.

La presidenta del CICR, Mirjana Spoljaric, llegó el lunes a Moscú en el marco de una visita prevista desde hacía tiempo. El martes se reunirá con el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov.

Su viaje tiene lugar pocos días después de la muerte de tres empleados ucranianos del CICR en un bombardeo en la región de Donetsk, en el este de Ucrania.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, atribuyó el ataque al ejército ruso y lo calificó de “nuevo crimen de guerra” de los rusos.

(Con información de EFE)