La reciente renuncia de varios funcionarios y profesionales de distintas áreas ha puesto en evidencia una notable falta de habilidad en el manejo de la gestión ejecutiva. Esta “impericia” se refleja en la percepción de los contribuyentes, quienes observan una clara falta de dirección y un alarmante descontrol.
Ayer se mencionaron los desaciertos derivados de la deserción de un número significativo de funcionarios en el municipio de Concordia. Estos problemas surgen por diversos motivos, incluyendo desinteligencias y falta de compromiso del actual intendente. Aquellos que intentaban abordar una planificación seria en sus áreas se han visto frustrados.
Además, circulan numerosos comentarios sobre la falta de cumplimiento de compromisos previos a las elecciones, especialmente con aquellos que se acercaron sin compromisos para aportar ideas y planes para una gestión que se enfrenta a serias dificultades, incluyendo un grave drama social que no puede ser ocultado.
Se ha informado que el ejecutivo municipal ha contratado a dos asesores provenientes de la gestión anterior del PRO en Buenos Aires. Estos asesores parecen carecer de la experiencia necesaria y del conocimiento sobre la crítica realidad de la ciudad.
También se ha revelado que algunos profesionales y funcionarios están siendo forzados a aceptar “ciertas contrataciones” que parecen fuera de lugar, como el caso de una adjudicación directa de 300 millones de pesos que el Concejo Deliberante de Concordia está considerando. Esta cifra excede ampliamente el límite permitido de 30 millones de pesos para casos de emergencia.
Por último, resulta lamentable observar cómo se desaprovecha una oportunidad crucial para transformar la ciudad, especialmente después del “histórico” triunfo político en las últimas elecciones, que había generado tantas expectativas de cambio.