Los policías que trabajaban para una banda que vendía el kilo de cocaína a 5000 dólares

Se trata de renombrados agentes que este martes quedaron a un paso del juicio oral.

El jefe de la división Metropolitana, Luciano Vallejos y el suboficial mayor de la Dirección de Investigación Criminal Luis “Batata” González, ambos de la Policía de Corrientes, quedaron este martes a un paso del juicio oral por sus vínculos con una poderosa organización narcotraficante investigada desde 2022.

Vallejos, quien se desempeñó como director General de la policía antinarcóticos de Corrientes, tanto como González y un narcotraficante llamado Marcelo Lhotak, sufrieron en las últimas horas un fuerte revés judicial luego de que la Cámara Federal de Apelaciones, integrada por los jueces Mirta Sotelo, Selva Spessot y Ramón Luis González, confirmara sus procesamientos en el marco de la investigación seguida a la banda liderada por Saúl Maciel, alias “Vintu”, un reconocido traficante que residía en las Mil Viviendas de esta capital.
 

La Cámara resolvió este martes rechazar los recursos de las defensas y dar por válido el procesamiento que les había dictado en abril el juez federal Juan Carlos Vallejos, en una pesquisa orientada por la Fiscalía Federal de Flavio Ferrini con acompañamiento de la Procunar y sostenida en segunda instancia por el fiscal Carlos Schaefer.

Se trata de los pasos finales hacia un juicio oral por tráfico de drogas, pero con las características particulares de una gran banda narco, no solo por la cantidad de integrantes que tenía, sino también por la participación de al menos tres policías

Es que además de Vallejos y González, en este expediente está procesado Luis “Batatita” González Livio, hijo de  “Batata” e integrante de la fuerza provincial.
Una de las claves para descubrir la trama de narcotráfico y complicidad policial en este episodio de contrabando de drogas en Corrientes, fue el reclamo que el propio “Vintu” Maciel hizo en una oportunidad a la fuerza para quejarse por un allanamiento de extrañas características en su casa.

En esa ocasión quedó al desnudo el trato entre Vallejos y el jefe narco, con intercambio de números de teléfonos y confianza abierta para que el traficante avise directamente al exjefe de la Policía Metropolitana cuando ocurrieran situaciones similares.

En esa línea, se descubrió que la mano derecha de ese jefe policial era Luis González, quien, aunque nunca prestó servicios en la división de drogas de la fuerza, no solo tenía en su casa una motocicleta equipada de esa área, sino también documentación sobre investigaciones de narcotráfico, incluso algunas bajo la esfera de la Gendarmería, según se desprende del expediente al que El Litoral tuvo acceso.

El juez entendió “que se trataría de una investigación fuera del marco de la ley, más aun considerando el lugar del hallazgo de la documentación, el domicilio particular (cochera) de un exfuncionario policial”.
La sospecha es que  este grupo de policías de la Provincia, al que se suma “Batatita” González Livio, no solo habría prestado una cobertura para proteger a la banda narco de Vintu Maciel, sino que también iniciaba sumarios donde recolectaba información calificada de las organizaciones traficantes, la que utilizaba como insumo para luego, según la investigación, sacar algún tipo de provecho
 

Es así ya que Luciano Vallejos en febrero de 2023 pasó a ocupar el cargo de Director General en la Dirección de Seguridad y Prevención del Delito, luego de su paso como director de lo que se conoce como Toxicomanía, la Dirección de Drogas Peligrosas de la fuerza.

En dólares
El tercer imputado sobre quien recayó hoy la resolución de la Cámara Federal es el narco de la localidad chaqueña de Sáenz Peña Marcelo Alejandro Lhotak. Hasta hace poco tiempo, según presumía en la organización, no tenía antecedentes penales.
 

No obstante, en una comunicación telefónica que los investigadores le interceptaron, se lo escucha pronunciar que en las negociaciones por una maniobra de tráfico de estupefacientes, ofreció como tarifa de una carga de cinco kilos de cocaína “entre 4500 y 5000 dólares”.

Así consta en el expediente, donde se descubre que quien negociaba con Lhotak era Ubaldo Martín Valdez, que cumplía la función de distribuidor y/o vendedor de estupefaciente, puntualmente de cocaína y marihuana en las ciudades de Corrientes y Resistencia, Chaco.

Concretamente, Luciano Ramón Vallejos quedó más cerca de ir a juicio por el delito de tráfico ilícito de estupefacientes, en la modalidad de comercio, agravado por la intervención de tres o más personas, como participe necesario y por el delito de tenencia ilegítima de armas de guerra, en calidad de autor, en concurso real con el delito anterior. Asimismo, por los delitos de incumplimiento de los deberes de los funcionarios públicos e incumplimiento de la obligación de promover la represión, en calidad de autor y en concurso ideal con los anteriores.

Luis González, por el delito de portación de arma de fuego de uso civil sin la debida autorización legal en calidad de autor y Marcelo Alejandro Lhotak por tráfico de estupefaciente, en la modalidad de tenencia con fines de comercialización, agravado por la intervención de tres o más personas, como participe necesario.
 

A ellos tres se suman como parte de esta causa Saúl Fabián Maciel, Marcos Manuel Luque y Ubaldo Martín Valdez como principales investigados, junto a Cristian Robert Baldoni, Nancy Daniela Acosta, Braian Gonzalo Acuña, Florencia Micaela Acosta, Susana Beatriz Muñoz, y Jorge Maximiliano Maciel y Martha Luque –aún prófuga- así como el policía Eduardo Luis Antonio “Batatita” González Livio.

De acuerdo con la causa judicial, la Policía Federal Argentina verificó que al menos desde el 1 de agosto de 2022 y hasta el día en que se realizaron los catorce allanamientos en los domicilios de los imputados, la organización desplegó actividades de comercialización de estupefacientes al menudeo, como así también su tenencia con fines de comercialización, su guarda, fraccionamiento y traslado, principalmente en la ciudad de Corrientes, con vínculos en la provincia de Chaco, tanto en la ciudad de Resistencia como Saenz Peña.